El nuevo sistema de cobro TAG: cómo afectará a las flotas sin control operacional desde julio 2025
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A partir de julio 2025, el nuevo sistema de cobro TAG sin pase diario afectará gravemente a flotas sin control. Descubre cuánto más pagarás, cómo evitar multas, y por qué Smart Report es la solución operativa que tu flota necesita.
El fin del Pase Diario y el nuevo cobro diferido por autopista
A partir del 1 de julio de 2025, se implementará un cambio estructural en el sistema de cobro de autopistas urbanas en Chile que afectará especialmente a los vehículos sin TAG. Se trata de la entrada en vigencia del sistema denominado Pago Tardío de Transacciones (PTT), que reemplazará de manera definitiva al actual Pase Diario Único Interoperable (PDUI). Aunque el cambio ha sido comunicado con anticipación por parte del Ministerio de Obras Públicas y las concesionarias, aún existe una gran confusión entre conductores, empresas de transporte y flotas regionales sobre qué significa realmente esta nueva normativa y cuáles son sus implicancias prácticas.
Hasta ahora, quienes no contaban con un TAG habilitado podían transitar por Santiago pagando una tarifa fija mediante el Pase Diario Único. Este mecanismo tenía la ventaja de ser un pago único —$12.720 en 2024— independiente de cuántos pórticos se cruzaran durante ese día. Era, en términos prácticos, una alternativa conveniente para vehículos esporádicos o de paso que no querían suscribirse a un contrato con las concesionarias. Sin embargo, este sistema presentaba distorsiones en cuanto al uso real de las autopistas: quienes transitaban por un solo pórtico pagaban lo mismo que quienes atravesaban toda la ciudad.
Con el nuevo sistema PTT, esta lógica cambia de raíz. Desde julio, cualquier vehículo sin TAG que transite por un pórtico será registrado y se le cobrará de forma individual por cada pasada, con un recargo sobre la tarifa base. No existirá más un pago único. Cada pórtico será facturado con una tarifa diferenciada, y los montos podrán variar según el tipo de autopista, el tramo recorrido y el tipo de vehículo. En la mayoría de los casos, este cobro tendrá un factor multiplicador de hasta 2,0 veces respecto a la tarifa normal, lo que implica un gasto significativamente mayor para quienes no regularicen su situación.
El sistema PTT no funcionará a través de una plataforma única centralizada, como era el PDUI. Por el contrario, cada autopista tendrá su propia modalidad de cobro diferido, y el usuario deberá ingresar al sitio web www.pasastesintag.cl para regularizar sus pasadas. Esta regularización podrá hacerse entre el día 11 y el día 30 posterior al tránsito, es decir, hay un margen para el pago diferido, pero si no se cumple dentro de ese plazo, el propietario del vehículo arriesga multas importantes. Las sanciones por no pagar el uso del TAG pueden llegar a una UTM diaria (cerca de $68.000) por infracción, lo que convierte cualquier omisión en un problema serio a nivel financiero, especialmente para empresas que operan con flotas numerosas.
El objetivo declarado de este cambio es generar un sistema más justo y eficiente, en que cada usuario pague en función de su uso real de la infraestructura vial. Sin embargo, la implementación práctica plantea múltiples desafíos. Por ejemplo, si un vehículo sin TAG circula por cinco pórticos en una jornada, ahora deberá pagar el doble de la tarifa de cada uno de ellos, multiplicado por cinco, y con la carga adicional de tener que regularizar cada una de esas pasadas en un sistema que no está automatizado.
El problema es aún mayor para las flotas regionales que transitan de forma ocasional por Santiago. Muchos de estos vehículos no tienen TAG porque su operación no está centrada en la capital, y recurren a las autopistas urbanas solo en trayectos puntuales. Para ellos, el nuevo sistema representa una trampa silenciosa: un solo viaje puede traducirse en decenas de miles de pesos en cobros diferidos y, si no son administrados correctamente, también en multas. Además, al no existir una plataforma consolidada para ver todos los tránsitos, las empresas deben asumir el costo de gestionar manualmente estas regularizaciones, revisar por cada patente si hubo pasadas, calcular los montos y pagar a tiempo.
Autopistas como Costanera Norte ya han comenzado a operar bajo este nuevo sistema. Otras, como Autopista Central, Vespucio Sur y Acceso Vial AMB, se sumarán desde julio. En contraste, autopistas como Vespucio Norte y Túnel San Cristóbal mantendrán por ahora sus propios pases diarios no interoperables, lo que agrega aún más complejidad a la gestión de cobros, ya que se deberá distinguir entre autopistas con PTT y aquellas que siguen operando bajo otro modelo.
Este nuevo escenario exige, más que nunca, una planificación activa de los trayectos, la habilitación de TAG en todos los vehículos que circulen por la RM y el uso de herramientas de control de flotas que permitan anticipar y gestionar los costos asociados al uso de autopistas. Porque a partir de julio, ya no será suficiente con pagar al final del día: cada pórtico contará, y cada omisión costará el doble.
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Tarifas más altas y sanciones para quienes no usen TAG
Con la entrada en vigencia del nuevo sistema Pago Tardío de Transacciones (PTT) a partir del 1 de julio de 2025, los vehículos que circulen sin TAG habilitado enfrentarán una estructura tarifaria completamente distinta: ya no pagarán una tarifa única por día, sino que se les cobrará individualmente por cada pórtico recorrido, y con un recargo adicional respecto a la tarifa normal. Esto convierte cada pasada en un potencial gasto significativo, especialmente para aquellas flotas que operan sin control detallado sobre su tránsito diario.
Lo más importante de este cambio no es solo el nuevo esquema de cobros, sino el hecho de que los valores se duplican o incluso superan el doble de las tarifas tradicionales. En términos operativos, esto significa que transitar sin TAG por una autopista urbana puede resultar hasta un 100% más caro por cada pórtico, acumulando rápidamente montos elevados para flotas de reparto, camiones interurbanos o vehículos que ingresan ocasionalmente a la Región Metropolitana.
¿Cuánto más cuesta circular sin TAG?
El nuevo sistema establece multiplicadores por tipo de vehículo, aplicados sobre la tarifa base de cada pórtico:
Vehículos livianos sin TAG: 2,0 veces el valor de la tarifa normal.
Buses y camiones sin TAG: 1,5 veces la tarifa.
Camiones con remolque sin TAG: 1,33 veces la tarifa.
En todos los casos, el usuario tiene 30 días para regularizar la deuda.
Desde el día 31 en adelante, se aplican multas automáticas.
Un ejemplo concreto
Imagina una camioneta de reparto regional sin TAG que realiza un ingreso puntual a Santiago, cruzando 4 pórticos de distintas autopistas. Si el valor normal de cada pórtico es de $1.300:
Valor base diario = 4 × $1.300 = $5.200
Con recargo PTT (factor 2,0) = $5.200 × 2 = $10.400
Si no se paga en el plazo correspondiente, se expone a una multa de 1 UTM por cada infracción, lo que equivale hoy a más de $68.000 por día.
Y esto sin considerar la duplicidad de tramos en rutas de ida y regreso, el cruce por más de una autopista con cobros propios, ni la gestión administrativa necesaria para regularizar la deuda en cada caso.
Nuevos desafíos administrativos y operativos
Más allá del aumento en el costo por pórtico, lo que realmente complejiza este sistema es su naturaleza descentralizada y no automatizada. Cada empresa de transporte deberá:
Consultar en pasastesintag.cl si alguno de sus vehículos transitó por pórticos sin TAG.
Calcular los montos por cada pasada, según el tipo de vehículo y el tramo.
Regularizar los pagos dentro del plazo definido.
Verificar que no existan errores, dobles cobros o registros incorrectos.
Este proceso puede parecer menor para un auto particular, pero cuando se trata de flotas de 10, 30 o 50 vehículos operando todos los días, el control manual se vuelve insostenible. No contar con un sistema que alerte, organice o automatice estas tareas puede traducirse en fugas económicas, multas acumuladas y desorden contable.
Las sanciones son altas, reales y automáticas
Uno de los aspectos más severos del nuevo sistema es la escala de multas en caso de no regularizar el cobro a tiempo:
A partir del día 31, si no se ha pagado el tránsito sin TAG, se considera una infracción a la Ley de Concesiones.
La multa es de 1 UTM por cada día no regularizado (actualmente más de $68.000 diarios por vehículo).
No hay apelación posible si el cobro se encuentra correctamente registrado en la plataforma de la concesionaria.
Esto significa que un error en la gestión interna, como no revisar el cruce de un solo vehículo por un pórtico, puede costarle a una empresa cientos de miles de pesos en cuestión de semanas.
¿Y qué pasa si me equivoco de autopista?
El escenario se complica aún más porque no todas las autopistas funcionan bajo el mismo esquema. Por ejemplo:
Costanera Norte, Autopista Central, Vespucio Sur y Acceso Vial AMB ya aplican o aplicarán el nuevo sistema PTT.
Pero Vespucio Norte y Túnel San Cristóbal no lo hacen, y mantienen sus propios sistemas de pase diario, no interoperables.
Esto obliga a las empresas a conocer con exactitud por qué autopistas transitan sus vehículos, qué sistema de cobro aplica en cada una, y cómo se gestiona cada pago. La falta de claridad o una mala interpretación puede resultar en pagos duplicados, recargos injustificados o la omisión de regularización, que a su vez se traduce en multas.
En resumen, el nuevo sistema no solo impone un mayor costo operativo directo para quienes no usan TAG, sino que también introduce una carga administrativa significativa. Las flotas que no se adapten a tiempo corren el riesgo de incurrir en gastos innecesarios, errores de cálculo, y multas automáticas que afecten la liquidez y reputación de la empresa. Contar con un sistema de monitoreo y control de TAG centralizado, proactivo y automatizado, ya no es una ventaja: es una necesidad urgente.
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El impacto silencioso en flotas regionales no preparadas
La implementación del sistema de Pago Tardío de Transacciones (PTT) a partir del 1 de julio de 2025 no afecta a todos por igual. Mientras las grandes empresas urbanas con flotas consolidadas y TAG instalados ya cuentan con rutinas automatizadas para el pago de peajes, muchas flotas regionales o interurbanas enfrentarán una realidad completamente distinta: ingresan a Santiago sin TAG, sin control preciso de su tránsito, sin planificación de costos y con muy poca información sobre las nuevas reglas del juego.
Este grupo —que incluye a operadores logísticos, transportistas agrícolas, vehículos de distribución desde regiones, minibuses de turismo o pymes con despacho nacional— representa un segmento vulnerable frente al nuevo esquema tarifario y sancionatorio. Las consecuencias de no adaptarse a tiempo pueden ser severas, tanto en términos económicos como en la operatividad diaria.
¿Por qué las flotas regionales están más expuestas?
En general, estas flotas presentan características comunes que las hacen especialmente propensas a sufrir el “golpe silencioso” del nuevo sistema:
No tienen TAG habilitado en todos sus vehículos, ya que no transitan regularmente por autopistas urbanas.
Desconocen los pórticos exactos por los que cruzan, especialmente en rutas secundarias o en accesos periféricos a la RM.
No cuentan con personal dedicado al control de TAG o revisión de plataformas de regularización.
No contemplan el costo del TAG diferido en su planificación presupuestaria.
Suelen operar con márgenes estrechos, por lo que un cobro duplicado o una multa inesperada puede desestabilizar sus finanzas.
Ejemplo real: un viaje común con consecuencias inesperadas
Imaginemos el siguiente escenario: una empresa de logística en Curicó envía una camioneta a entregar carga a una bodega en Quilicura. El vehículo, sin TAG, cruza tres pórticos a la ida y tres al regreso, transitando por Vespucio Sur, Costanera Norte y Acceso Vial AMB.
Tarifa promedio por pórtico: $1.400
Total pórticos: 6
Subtotal normal: $8.400
Aplicando PTT (factor 2): $16.800
Si no se regulariza en pasastesintag.cl: riesgo de multa diaria por cada tránsito (hasta $68.000 por día)
Ahora multipliquemos eso por 5 viajes semanales o por una flota de 10 vehículos. El impacto financiero acumulado en un mes podría superar fácilmente el millón de pesos, solo por no tener TAG ni monitoreo operativo.
Desconocimiento + descentralización = riesgo financiero real
Lo más complejo para este tipo de flotas es que el sistema PTT no está centralizado. Es decir:
Cada autopista tiene su propio operador de cobros.
Las regularizaciones deben hacerse de forma manual, vehículo por vehículo.
El control de pasadas debe hacerse en la web pasastesintag.cl y otras plataformas individuales.
No existe un informe único ni alerta automática sobre qué vehículos incurrieron en cobros.
Este sistema castiga el desconocimiento. Un conductor puede cruzar un pórtico sin saberlo —por ejemplo, en una entrada lateral a la autopista—, y su empresa no será notificada. El cobro queda activo, silencioso, a la espera de ser regularizado. Si nadie lo revisa, se convierte en una multa. Si nadie la paga, escala a morosidad.
Para flotas pequeñas y medianas, sin sistemas automáticos de seguimiento, esto puede pasar decenas de veces al mes sin que nadie se entere… hasta que llega la deuda acumulada.
Las consecuencias concretas de no actuar
Estas son las principales consecuencias que enfrentan las flotas regionales que no tomen medidas antes de julio:
Aumento directo de costos operacionales, por el pago duplicado de cada pórtico.
Multas de alto valor por cada tránsito no regularizado (1 UTM diaria por infracción).
Pérdida de control financiero, al no saber cuánto se está pagando ni por qué.
Desgaste administrativo, al tener que revisar manualmente plataformas con múltiples usuarios.
Desorganización contable, especialmente en flotas que subcontratan vehículos.
Riesgo reputacional, ante la acumulación de multas o deudas con concesionarias.
¿Qué pueden hacer las empresas regionales desde ahora?
La clave está en anticipar, no en reaccionar. Algunas recomendaciones concretas para empresas con flotas fuera de la RM:
Implementar TAG en todos los vehículos operativos, aunque ingresen esporádicamente a Santiago.
Trazar rutas exactas antes de cada viaje, y evitar tramos con pórticos innecesarios.
Establecer responsables de control de tránsito y cobros de autopistas.
Utilizar plataformas que integren alertas por pórticos cruzados y resumen de cobros TAG.
Capacitar al personal administrativo y de conducción respecto al funcionamiento del nuevo sistema.
Revisar cada semana pasastesintag.cl, cruzando datos por patente, especialmente en rutas mixtas.
Las flotas regionales que no cuenten con herramientas de control quedarán desprotegidas frente a un sistema diseñado para penalizar la improvisación. El problema no es solo el costo del pórtico. El verdadero peligro está en no saber que se pasó, no saber cuánto se debe, y no saber cuándo se transforma en multa.
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Prevenir pérdidas con planificación, TAG y control operacional
La entrada en vigencia del sistema de Pago Tardío de Transacciones (PTT) marca un antes y un después para la operación de flotas en autopistas urbanas. El desafío no está solo en entender cómo funciona el nuevo cobro, sino en adaptarse operativamente para no asumir costos excesivos ni multas evitables. El cambio no es menor: cada pórtico cruzado sin TAG implicará un recargo, y si no se regulariza a tiempo, una infracción automática. Esto exige mucho más que buena voluntad: requiere planificación, tecnología y control profesionalizado.
Muchas empresas aún operan con un sistema de administración reactiva: toman decisiones una vez que el problema ya ocurrió. Pero en este nuevo escenario, la improvisación cuesta caro. Una flota sin TAG puede llegar a pagar el doble por cada pórtico cruzado, y si no se regularizan esos pagos, las multas por infracción pueden superar los $68.000 diarios por vehículo. Si no hay herramientas para visualizar las rutas, controlar el uso de autopistas o validar cada pasada, los errores se acumulan y los costos se disparan.
Frente a esto, el TAG es claramente la opción más rentable: evita recargos, permite cobros automáticos, y se integra fácilmente con plataformas digitales. Pero el verdadero cambio no está solo en instalar el dispositivo, sino en cómo se gestiona el uso del TAG, se revisan los trayectos, y se anticipan los cobros. Aquí es donde entra Smart Report.
Una solución pensada para el nuevo escenario
Smart Report entrega a las empresas la capacidad de tomar el control real de sus flotas. Con tecnología propia y un enfoque 100 % orientado a eficiencia operativa, permite:
Visualizar en tiempo real qué vehículos cruzan por qué autopistas.
Identificar automáticamente pasadas sin TAG, antes de que se conviertan en multas.
Integrar información de tránsito, uso de TAG, consumo de TAG diferido y rutas planificadas.
Entregar reportes claros por cada patente, vehículo o ruta utilizada.
Anticiparse a problemas, evitando cobros innecesarios o duplicidades.
A diferencia de los sistemas tradicionales, que entregan datos sin contexto, Smart Report cruza información crítica para tomar decisiones inteligentes: qué rutas conviene evitar, qué pórticos generan sobrecosto, qué días es más eficiente operar, y cómo optimizar la circulación urbana.
El costo de no adaptarse
Ignorar esta transformación regulatoria no es una opción. Una empresa que hoy no instala TAG ni monitorea sus pasadas, estará expuesta a:
Gastos operacionales inflados por recargos PTT.
Multas acumuladas por falta de regularización.
Tiempo perdido revisando manualmente plataformas fragmentadas.
Desorden contable y riesgos tributarios por falta de respaldo.
Pérdida de competitividad frente a flotas más eficientes.
El problema no es solo financiero: es estratégico. En un entorno cada vez más regulado y automatizado, la única forma de mantener estabilidad es con gestión precisa. Y eso implica profesionalizar el control del uso vial.
A partir de julio, cada pórtico que cruce un vehículo sin TAG puede ser el inicio de una cadena de gastos evitables. Pero también puede ser el punto de partida para una gestión más inteligente, eficiente y digitalizada.
Smart Report ofrece exactamente eso: control, anticipación y datos claros para tomar decisiones operativas acertadas. Las empresas que quieran seguir siendo competitivas no pueden darse el lujo de seguir adivinando cuánto gastan en TAG o cuántas veces cruzaron un pórtico. El control real de la operación ya no es opcional: es el único camino viable. Porque en esta nueva etapa, no gana quien recorra más kilómetros, sino quien los gestiona mejor.
